El consumo de alcohol constituye un problema social
importante, el número de personas alcohólicas es cada vez mayor. El alcohólico
se aísla del medio para beber en paz. Las consecuencias físicas del alcoholismo
suelen concluir con la muerte del alcohólico.
Cuando el alcohol se consume moderadamente, tiene
propiedades estimulantes, es desinhibidor y proporciona sensación de bienestar
personal. Aunque algunas de sus propiedades estimulantes no son tales, pues
deprime el sistema nervioso central, lo que ocasiona problemas de erección.
Tampoco aumenta la seguridad personal ni la capacidad para realizar tareas,
sino que disminuye la capacidad motriz, endenteciendo la capacidad de reacción.
Esta característica es responsable de la mayoría de los accidentes de tránsito.
La capacidad de metabolizar el alcohol depende de
varios factores, personales, sexuales y de raza. Hay personas que tienen mayor
tolerancia que otras. Por ejemplo, las mujeres tienen menor
capacidad de resistencia al alcohol que los hombres porque su hígado es
más pequeño y tienen mayor porcentaje de grasa corporal. También los orientales
tienen menor resistencia que otras razas para el consumo de alcohol.
El alcohol es mejor absorbido y provoca menores
daños cuando se ingiere con el estómago lleno, porque cuando está vacío, se
disuelve rápidamente en la sangre. La ingestión de alcohol junto con bebidas
gaseosas facilita la rápida absorción por parte del organismo.
¡ CONSECUENCIAS DEL EXCESIVO CONSUMO DE ALCOHOL !
El alcoholismo puede producir una serie de
enfermedades o trastornos graves para el organismo, además del Delirium
tremens.
• Daños en el hígado: El consumo de alcohol
diario perjudica principalmente al hígado, pues ese el encargado de eliminar
dicha toxina de la sangre. Resulta afectado luego de muchos años de alcoholismo
y puede experimentar un trastorno que desencadene en una cirrosis
hepática, donde las células del hígado mueren y son sustituidas por
células fibrosas que no cumplen su función correctamente.
La única solución en este caso es abandonar el
consumo de alcohol, para que las células recuperen su funcionamiento normal.
Otras consecuencias del alcoholismo es la hepatitis B, una de las principales
responsables de los daños permanentes en el hígado. El cáncer de hígado es la
consecuencia más grave que este órgano puede experimentar por causa del
alcohol, y que tiene consecuencias mortales en casi la totalidad de los casos.
• Daños en el páncreas: El alcoholismo provoca
inflamaciones en el páncreas, la vesícula y el riñón.
• Hipertensión: El alcohol provoca un aumento de la
presión arterial, su consumo permanente suele ocasionar problemas de
hipertensión con sus consecuencias previsibles.
• Depresión: El alcohólico se aísla de su entorno
social para evitar la censura de sus semejantes, lo que le provoca una
depresión que puede llegar en ocasiones al suicidio.
• Trastornos digestivos: El alcohol es uno de los
principales irritantes del aparato digestivo, pues ataca a la mucosa estomacal
incentivando la producción de ácidos y puede ocasionar trastornos de
importancia como acidez, vómitos y ocasionalmente úlceras sangrantes.
• Cáncer del aparato digestivo: Como el alcohol
ataca las mucosas, predispone a los órganos a una mayor aparición de procesos cancerosos en la boca, el
esófago, el estómago y el colon.
• Disfunciones sexuales: El alcoholismo suele
ocasionar problemas eréctiles en los hombres, que no son capaces de mantener
unas adecuadas relaciones sexuales. En las mujeres ocasiona la pérdida de la
menstruación.
• Daños al sistema nervioso: El consumo de alcohol
provoca daños irreparables al sistema nervioso central y periférico, que se
manifiestan en temblores, descoordinación y problemas de memoria.
• Trastornos alimentarios: El abuso del alcohol
disminuye la absorción de una cantidad importante de minerales y vitaminas, lo
que provoca que el cuerpo se debilite y esté más propenso a contraer
infecciones o enfermedades. Es común la presencia de anemias megaloplásticas
(bajo nivel de hierro en la sangre), una mayor fragilidad ósea (osteoporosis).
Es común que presenten bajos niveles de azúcar en la sangre.
• Daños en el feto: En el caso de mujeres
alcohólicas embarazadas, presentan un serio riesgo de sufrir de síndrome de
alcohol fetal, caracterizado por un desarrollo defectuoso en el feto, lo que
ocasiona que el recién nacido presente problemas de conducta y capacidad mental
disminuida.
• Trastornos psicológicos: El alcohólico sufre por
su condición y tiende a la depresión. Es frecuente que se recurra al suicidio.
Además, esta condición es responsable del mal racionamiento familiar y social.
El alcohólico es desconfiado, muchas veces debido a que no recuerda exactamente
sus actos, también puede padecer demencia, ansiedad, episodios habituales de
psicosis, con juicios poco racionales sobre la realidad, pensamiento obsesivo,
con posibilidad de delirio y alucinaciones.
El alcoholismo es un problema social, el alcohólico no rinde en su trabajo, ni tiene un buen racionamiento familiar, lo que lo lleva al aislamiento. Sufre el rechazo de la sociedad por constituir una molestia, debido a su conducta, su descuido en el aseo e higiene personal, y a su incapacidad para mostrar un diálogo coherente
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